GLACIAR PERITO MORENO

16:23


Contemplamos el Perito Moreno desde las pasarelas y realizamos una caminata con crampones sobre el glaciar. Un paisaje único y todo un prodigio de la naturaleza. 











4/11/2017. Pasarelas del Perito Moreno.

La navegación por los témpanos de hielo del Upsala y el Spegazzini finalizó alrededor de las 16h. El taxista nos estaba esperando y, aunque el pronóstico del tiempo no era muy favorecedor, estábamos impacientes por llegar a las pasarelas del Perito Moreno. La lluvia no nos privaría de disfrutar de uno de los paisajes más extraordinarios de Argentina, Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1981.

Y no nos decepcionó, la fama del Perito Moreno, se queda corta ante tal maravilla. Seis kilómetros antes de llegar a destino, luego de una curva ascendente, llegamos a un mirador, con la primera vista panorámica del glaciar, conocido como “La Curva de Los Suspiros”. ¡Impresionante!

En las cercanías del glaciar, bosques de lenga, ñire, cohigue.
Flores de notro. 

En la entrada del Parque Nacional Los Glaciares nunca olvidaremos la emoción que sentimos ante la pared de hielo, de cinco kilómetros de ancho y 60 metros de alto, unas dimensiones abrumadoras. Provistos de nuestros chubasqueros, nos introducimos en la red de pasarelas, de aproximadamente 4 kilómetros, que cuenta con varios circuitos y miradores para contemplarlo desde diferentes alturas. Los desprendimientos  de bloques de hielo que caían con un gran estrépito, producían un sonido similar al de un trueno. Algo único y  estremecedor.




El Perito Moreno, en su avance hacia la Península Magallanes, forma diques naturales de hielo que, con el proceso paulatino de la erosión del agua, se transforman en túneles con bóvedas de incluso 50 metros, hasta que se produce el colapso final, con derrumbe del arco y la desaparición del dique. La ruptura, que es todo un espectáculo,  se repite cada cinco años, la última en marzo de este mismo año.








El glaciar nace en el Hielo Continental Patagónico, en la frontera con Chile en la cordillera de los Andes y avanza lentamente como un colosal río de hielo de más de 30 kilómetros de largo hacia el Canal de Los Témpanos del Lago Argentino. Es uno de los pocos glaciares del mundo que permanece en continuo avance y el hielo que transporta tiene más de 500 años.










El glaciar avanza aproximadamente dos metros por día, alrededor de 700 metros por año.



La sensación de estar delante de esta maravilla natural no se puede describir, sobran las palabras.











Es una de las mayores reservas de agua dulce del planeta y, aunque el clima no nos favorecía, nos sentimos privilegiados de estar en allí.








5/11/2017. Minitrekking por el Perito Moreno.


A consecuencia del mal tiempo, tuvimos muchas dudas a la hora de contratar la excursión del minitrekking, del día siguiente. Al final, decidimos alquilar unos pantalones impermeables y lanzarnos a la aventura. Y no sólo llovió,  también nevó. Aún así valió la pena ver el glaciar desde otra perspectiva y pisar su superficie fue algo emocionante.
La actividad del minitrekking se inicia con una hora libre por las pasarelas y, de nuevo, disfrutamos de las vistas del glaciar desde otra zona.








 A continuación,  desde el puerto "Bajo Las Sombras", navegamos a través del Brazo Rico del Lago Argentino llegando, aproximadamente, en 20 minutos frente a la pared sur del glaciar.








Es emocionante y te sientes muy pequeñito al navegar frente a la pared de este espectacular monumento de hielo.







Después del desembarco accedimos a un refugio donde los guías organizaron los grupos de no más de 20 personas. Al llegar al borde del hielo nos colocaron los crampones y nos dieron instrucciones sobre la forma en que debíamos desplazarnos.






El recorrido por el glacial fue de aproximadamente 1h30min. Había varios precios y propuestas, con caminatas cortas o más largas. Nosotros elegimos la corta que no tiene mucha dificultad y  nos encantó.





La superficie de hielo era irregular pero firme y segura.  Durante el transcurso apreciamos una variedad de formaciones de hielo: grietas, pequeñas lagunas, seracs, ...















No podía dejar de beber una pequeña cantidad de agua pura del glaciar.








Al terminar la caminata nos invitaron a alfajores y un whisky con hielo del glacial, que estaba buenísimo.
 

Posteriormente, regresamos al refugio atravesando el exuberante bosque magallánico. 


Caminar por el glacial fue una experiencia inolvidable que recomendamos mucho.

Regresamos muy contentos a El Calafate, situado a 80 kilómetros,  y terminamos el día disfrutando de la excelente gastronomía del restaurante Humus, expertos de cordero al palo, que fue exquisito, como jamás lo habíamos comido, regado con Territorio Malbec, un vino de Salta muy agradable.

Dicen que todo aquel que contemple el Perito Moreno lo recordará siempre y verdaderamente es una de las cosas más hermosas que jamás hemos visto .


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