12.KAMAKURA

10:00



Salimos de nuevo de Tokio hacia la costera Kamakura para visitar el templo donde se erige la monumental estatua de bronce del Gran Buda, además de otros santuarios muy interesantes que se extienden hasta la zona de  Kita-kamakura .

KAMAKURA

Desde Tokio, nos dirigimos a Kamakura para conocer una nueva zona de templos y santuarios, fundados entre el 1180 y el 1333, período en el que esta localidad costera fue capital política y económica de Japón. Kamakura posee 19 santuarios sintoístas y 65 templos budistas, entre los que se encuentran los dos monasterios zen más antiguos del país. Muchos de ellos se encuentran en las colinas que rodean el pueblo.

Desde la estación de Asakusa nos dirigimos a la estación de Ueno para tomar la línea JR Yokosuka que lleva a Kamakura, situada a una hora en tren de Tokio.

Al llegar, en la estación tomamos el autobús Keikyu Enoden, que como ya conocemos de otras lugares, lleva a los templos principales, haciendo un recorrido circular.


GRAN BUDA O "DAIBUTSU"

Bajamos en la parada de autobús Daibutsu-mae para iniciar nuestra visita en el templo Kotoku-in, donde se encuentra el Gran Buda o "Daibutsu", una estatua gigante de 11,4 metros de altura y 122 toneladas, que medita en posición de loto y que ha resistido el paso del tiempo después de haber resistido incendios, terremotos, tifones y hasta un tsunami en el siglo XV.

La estatua fue erigida en 1252 por Minamoto Yoritomo para competir con el Buda de Nara que, por aquel entonces, era más imponente. Originalmente estaba ubicada dentro de una gran sala del templo pero el gran tsunami arrasó la estructura de madera y desde entonces el Buda se encuentra al aire libre, en un jardín al que se accede pagando una pequeña entrada.

Es la mayor atracción de Kamakura y es verdaderamente impresionante.






TEMPLO- MUSEO DE HOSEDERA

A cinco minutos escasos caminando desde el Gran Buda,  se encuentra Hosedera Temple. Se trata de un templo de la secta Jodo, situado en el lateral de una colina con frondosa vegetación. Es  famoso por acoger la estatua de las once cabezas de Kannon y una colección impresionante de pequeñas estatuas de Jizo. La entrada cuesta 300 yenes y  la visita merece mucho la pena.




Inmediatamente después de la puerta de entrada principal (Sammon Gate), nos encontramos con un jardín y un estanque llenos de carpas.




Una escalera asciende hacia los diferentes niveles que, en la ladera de la colina, fue construido el templo.


Enseguida empezamos a ver pequeñas esculturas de piedra por todos los rincones.


Al llegar al segundo nivel superior, quedamos impactados por las decenas de pequeñas estatuas de Jizo. Como ya he comentado en anteriores ocasiones, se venera a Jizo como una deidad guardiana de los niños y viajeros y estas estatuillas son colocadas por los padres que lloran la muerte de sus hijos nonatos o recién nacidos, como plegarias para que el dios puede protegerlos mientras vagan por el otro mundo.

Es realmente emotivo ver estas ofrendas que los padres han ido depositando. Cada estatua se mantiene en el templo durante más o menos un año, por lo que se calcula que el templo Hase-dera ha dado cabida a más de 50.000 estatuas de Jizo desde la Segunda Guerra Mundial.







En el nivel superior se encuentra el edificio principal del templo, el Salón Kannon-do, donde reposa la estatua de once cabezas de Kannon, lo que significa que la deidad escucha los deseos de todas las personas. Mide 9,18 m y se considera una de las esculturas de madera más grandes de Japón.

Junto al salón principal está el Museo Kannon, un pequeño museo que requiere una entrada adicional. Exhibe algunos de los tesoros del templo, incluyendo estatuas budistas, una campana del templo y un rollo de imágenes.



Entre las esculturas hay una que representan  los pies de Buda. 


En un lateral del edificio hay un pequeño jardín de bambú, muy bonito y acogedor.


Son especialmente bonitas las pequeñas estatuas de Jizo que se encuentran desperdigadas por el templo, entre la vegetación.


Desde el nivel superior hay unas bonitas vistas de Kamakura y su bahía.






El pequeño Jizo es una figura adorable de las que todos los visitamos queremos llevarnos un recuerdo de su imagen.
Regresamos al nivel inferior y entramos en una pequeña cueva.


Los muros de la cueva están esculpidos con figuras de deidades protectoras de los niños.


En algunos rincones de la cueva hay una gran cantidad de pequeñas figurillas que van depositando las mujeres por abortos o por los bebés nacidos muertos .  La  imagen es dura y  sobrecogedora.


Alrededor del santuario hay un jardín zen  con algunos de los elementos característicos, como son la arena, las piedras y el musgo.




Del Templo Hosedera regresamos a la estación con el mismo autobús circular y tomamos el tren hasta Kita-kamakura, a tan sólo una parada (también se puede llegar a través de un sendero en el que se pueden ir visitando otros santuarios que están en camino),


KITA-KAMAKURA  

TEMPLO ENGAKUJI

Éste es uno de los templos zen más importantes de Japón. Fue fundado en el siglo XIII, después del segundo intento de invasión por parte de los mongoles, con el propósito de rendir homenaje a los luchadores caídos en los dos bandos. 

Accedimos al templo por una  escalinata flanqueada por cedros de gran tamaño. El recinto del templo ocupa una extensa superficie entre colinas boscosas. Es un lugar muy tranquilo y relajante y con muy pocos visitantes.


Después de atravesar la San-mon, una inmensa puerta de dos pisos de madera, construida en el siglo XVIII, nos encontramos ante el Butsu-den, un elegante templo que alberga una importante imagen de Buda.





Un poco más adelante encontramos el Hai-dojo, la antigua vivienda del sacerdote principal que hoy alberga invitados distinguidos.






El camino continua entre verdes colinas, zonas ajardinadas muy cuidadas y algún pequeño templo. 







Museo particular de gatos

Al salir del templo pasamos por delante de un edificio con dos figuras de gatos. Se trata de un casa particular que alberga una curiosa colección de motivos felinos de todo el mundo. La entrada cuesta 3€ y curiosamente 1€ más por sacar fotos. Dudamos pero al final, decidimos entrar. Exhiben unas 4200 piezas de figuras y objetos curiosos de gatos. 






En una de las plantas también hay una exposición de magníficas figuras niponas hechas de tela.
Los objetos expuestos eran muy bonitos aunque la  visita es prescindible.



TEMPLO TOKEI-JI 

Cruzando las vías del tren y, a pocos metros del templo anterior,  visitamos el santuario Tokei-ji,  que  forma parte del mismo complejo. Es conocido como el "templo del divorcio" porque fue durante siglos fue un refugio para las mujeres que sufrían abuso de sus maridos o simplemente querían divorciarse pero no podían. Después de pasar tres años en el templo, el divorcio se hacía efectivo. 

Fue el más sencillo de todos los que visitamos. La entrada cuesta 200¥ (1,50€).










Este fue el último templo de nuestra visita a Kamakura. Tan sólo vimos una pequeña muestra de toda la riqueza que alberga y que ha sabido conservar con una atmósfera inmejorable de lo antiguo y tradicional, posiblemente más que  otros lugares que han tenido que ser reformados. 

Decidimos regresar y completar las últimas horas del día por alguno de los barrios de Tokio. Pero eso continuará en otro momento.

CONTINÚA: TOKIO









También Podría Gustarte

0 comentarios

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *